lunes, 21 de febrero de 2011

14/0 contra el Campeón. Y contentos.

Pues, ni más ni menos que 14 goles nos metió el CPLV en los cuartos de final de la Copa del Rey. Desde el principio se mostraron intratables y no pudimos hacer otra cosa que pelear todo el partido para que no aumentasen la cuenta. Y fueron catorce y no quince por que no nos dejamos, ya que no bajaron el ritmo en ningún momento. El CPLV ha demostrado tener un gran equipo, en el cual destacan sus dos estrellas americanas, Junior Cádiz e Itan Chavira, jugadores desde mi punto de vista muy diferentes. Chavira es la gran estrella mediática del hockey en línea, buen jugador pero ni la mitad de bueno de lo que se piensa, mientras que Cádiz es una persona discreta pero de lo mejor que hay en el mundo con unos patines puestos. Y su comportamiento en el partido fue una clara muestra de su carácter, Junior anotó cuatro goles y dio cinco asistencias mientras que Chavira dio espectáculo, pero de otra forma; en el minuto dos propinó sin ningún sentido un codazo en la cara a Crispín, sin ni tan siquiera tener el puck, lo que le produjo una abundante hemorragia nasal, que por suerte se quedó en eso. Y además Chavira juega con rejilla. En mi pueblo los jugadores de hockey que juegan con rejilla y golpean voluntariamente en la cara a los contrarios que no la llevan tienen un nombre, lo que pasa que no me acuerdo ahora de cual era; creo que empezaba con la letra "m" y acababa en "on"... no, "melocotón" no es, ni "malecón". Bueno, seguro que en un rato me acuerdo. Y para rematar la faena el señor colegiado que mejor colocado estaba para verlo (el otro estaba tapado) alegó que no vio nada. Pues nos lo tendremos que creer, aunque grave me parece que sea incapaz de ver eso. Claro que si lo ve la gran estrella se tendría que haber ido a vestuarios y se habría quedado sin jugar el resto de la Copa. En fin, que Crispín se quedó con el codazo y nosotros nos llevamos catorce goles. En lo positivo la gran actuación de Nani y el rendimiento físico del equipo, que aguantó todo el partido a pesar de que teníamos cuatro bajas.

El resto de la Copa sin sorpresas, Rubí ganó 5-1 al Molina Sport, Tres Cantos ganó 13-2 a un disminuido Guanches de Tenerife, que se presentaron con seis jugadores de pista y sin Antala en la portería, y el España ganó al CP Castellbisbal, por un aparentemente claro 11/3, que puede engañar a cualquiera que no viese el partido. El España venía a la Copa a luchar por el título, mientras que Castellbisbal estaba en las mismas que nosotros. Clasificados como campeones de la Copa del Príncipe venían a disputar un partido sin prácticamente opciones. Para rematar la faena se presentaron sólo seis jugadores, ya que tenían dos lesionados y a Jary, el entrenador-jugador, le fue imposible asistir. Pero los que parecía que no estaban en el partido eran los mallorquines, ya que los críos de Castellbisbal (y digo críos sin ánimo de ofender, ya que no había ni un solo senior) se comieron al actual campeón de liga durante todo el primer tiempo. A falta de un minuto Castellbisbal ganaba 2/3, y no sólo eso, si no que dominó durante muchas fases del primer tiempo. En el último minuto del primer tiempo empataba el España. Ya en la segunda parte el España se puso las pilas y los catalanes bajaron físicamente (sólo eran seis jugadores), de manera que se saldó este tiempo con un claro 8/0 para los mallorquines, pero de lo mejor del torneo el descaro de los de la abeja durante toda la primera parte. Felicidades.

En semifinales otra vez sin sorpresas, el CPLV se deshizo de Tres Cantos por 6/2 y el España hizo lo propio con Rubí por 7/2. A la final llegaban los dos mejores equipos.

Y el domingo a las 18:00h arrancó una final que quedará en la memoria de todo el mundo, y no por el juego o el resultado, si no por que se jugó frente a mil espectadores y las cámaras de TV en directo. El triunfo fue para el CPLV por 5/4, que tuvo el partido controlado en todo momento a pesar de la aparente igualdad del marcador. Sin embargo eso es lo de menos, el verdadero triunfo que se llevaron los del CPLV fue como organizadores, unidos al Comité Nacional de Hockey en Línea consiguieron que nuestro deporte comience a alcanzar el nivel mínimo como para ser mostrado en TV y salgamos de nuestra semiclandestinidad. Creo que este es un éxito de todos nosotros, del Comité de Hockey en Línea de la FEP, del CPLV por organizar y ganar el torneo, de todos los demás que jugamos la fase final, de todos los equipos de Élite y de Primera, y de todas las ligas autonómicas y escuelas de hockey en línea. Y de todos nosotros depende que no se quede en una anécdota. Ahora nos queda seguir trabajando para subir el nivel de nuestro deporte, conseguir una liga Élite que se juegue en pabellones decentes, con público en las gradas y espectáculo en la pista y que dentro de unos años podamos sentarnos delante de la tele a ver el partido de la jornada. De nosotros depende.

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