Con la llegada de las rampas más duras el pelotón del Grupo II se estira, destacándose en cabeza el HC Castellón, equipo que tras la segunda jornada ha sacado un cuerpo de ventaja a sus perseguidores, mientras que en la cola del pelotón se descuelga Torrevieja, que no ha conseguido sumar puntos. En el medio del grupo todavía no se escapa nadie, a pesar de los demarrajes y las pájaras, pero esta jornada puede empezar a marcar el devenir de cada uno.
Mirando la segunda jornada en un primer vistazo podemos calificar de llamativos ciertos resultados, ya que salvo el nuestro los otros dos fueron unas a priori impensables palizas. En el partido más tenso el Metropolitano le endosaba un rotundo 9/1 a los Halcones. Cierto es que el Metro jugaba en casa y que se podría calificar como favorito, pero no para barrer de esa forma al contrario. Evidentemente se dieron ciertas circunstancias que lo explican. En la décima jornada nos enfrentamos a los Halcones, y en ese caso defendió la portería un fichaje extranjero, Tommy Jarkko, excelente portero que cuajó una gran actuación. Pero ese fue el último partido que disputó, contra Castellón se puso Arturo Granados el cual, el en calentamiento contra el Metro, rompió la guía del patín, teniendo que ocupar su lugar Oscar González, es decir, el reserva del reserva del portero que jugó contra nosotros. Pero los de Bilbao también pusieron de su parte y tras el repaso recibido en la primera jornada de esta segunda fase se han reforzado, y muy seriamente. Dos suecos, Mattias Eklid y Filip Nilson, y un jugador procedente de la liga de hielo española, Igor Martín, han venido a reforzar un equipo que hasta ese momento tenía un pie en primera. Ahora y para nuestra desgracia el Metro se ha convertido en un equipo bastante más competitivo.
En el otro partido Sant Andreu, que venía de perder por 4-0 en Las Rozas, le ha endosado un contundente 12-2 a un Alcorcón que había ganado al Metro en la primera jornada por un claro 7-2. Sin quitar méritos a los catalanes la explicación es sencilla, la mitad de los jugadores de Alcorcón tenían compromisos más importantes que el disputar un vulgar partido de Liga Élite. Podemos explicarlo con una sencilla fórmula matemática: (1 portero + 6 jugadores de pista)x 0 moral: paliza.
Y llega la tercera jornada con nuevos partidos en los cuales vuelve a estar el terreno plagado de minas. En el a priori partido menos intrascendente el HC Castellón recibe al CP Alcorcón. Pero lo de intrascendente es relativo, ya que si se produce la victoria local los castellonenses se escapan, prácticamente asegurando la permanencia, pero los de Alcorcón podrían empezar a meterse en problemas, y ya se saba cuando vienen los nervios... Por su parte los Halcones reciben al Sant Andreu en un partido a vida o muerte, y en este caso no es un tópico, ya que una derrota le dejaría prácticamente sin opciones de nada, y los 17 goles encajados en las dos primeras jornadas de la segunda fase huelen como 17 clavos del ataúd. Veremos si Sant Andreu termina de clavar la tapa o el muerto es capaz de salir de la tumba, con la esperanza de no ser aun un muerto viviente. Mientras los de Sant Andreu harían bien en rematar al no vivo, ya que una derrota le dejaría en manos de otros, y ya se sabe como es la gente.
Y queda el tercer partido, el que nos enfrenta en Las Rozas con los vascos del Metro, nosotros con 7 puntos y ellos con 6. Vamos, que como pasa en cada jornada ambos equipos nos lo jugamos todo. En un principio debería ser el partido más cómodo de toda esta segunda fase, tres puntitos seguros para los de casa, pero como ya he comentado los del Metro se han reforzado y vienen a Madrid a por todas. Lo que queda por ver es si el Metro ha sufrido una mutación completa y los fichajes son capaces de hacerle ganar los primeros puntos a domicilio de toda la liga y si los locales siguen manteniendo el excelente nivel mostrado ante Sant Andreu. Sea como sea sólo vale la victoria, y pierda el que pierda comenzará a emitir un ácido olor a cadaverina que ha estas alturas de la liga puede resultar bastante preocupante. Con todo mi cariño, confiemos en que sean los del Metro los que así acaben.
Os esperamos el domingo.
