Ayer era el partido, y con una tensión digna de unas semifinales de la Liga de Campeones se enfrentaban en Las Rozas los dos aspirantes al título alevín 2010/11, el visitante CP Tres Cantos A y el local y vigente campeón, el CHC Las Rozas A. Los locales llegaban al partido con dos bajas importantes, las hermanas Sara y Laura Danielsson se lesionaban las dos en la muñeca y no podían jugar el partido. La baja de las dos defensas dejaba al equipo en cuadro, pero el resto de la plantilla se encontraba a tope y conscientes de lo que tenían que hacer. Ayer no era un día para florituras, era un día para competir. En el partido de ida los Caníbales habían ganado 3/5 en la pista de Tres Cantos, de manera que los Kamicaces tenían ante sí la difícil tarea de ganar por al menos dos goles de diferencia. Para eso tenían que marcar pronto, y a los cinco minutos Berlanga anotaba para los tricantinos en un contraataque tras pérdida del puck en una clara oportunidad de los roceños. Si había poco margen al principio ahora se reducía al máximo. Pero el primer tiempo era de los locales, los cuales eran incapaces de aprovechar las oportunidades que se les presentaban. Sin embargo fue Javi quien anotó un golazo, y lo digo por que cogió el puck detrás de la portería contraria, amagó a la portera arrancando hacia un poste y cuando se movió metió el puck por el otro lado. El solito sacó un golazo de una patata que se había encontrado. Finalizó el primer tiempo con un situación en la cual tras saque en la zona Caníbal Coke cogía el puck y de excelente pase dejaba a Javi solo contra el portero. Pero esta vez no aprovechaba una oportunidad que habría roto el partido, ya que restaban escasos diez segundos para llegar al descanso.
La conclusión del primer tiempo para los roceños era evidente, los visitantes sólo hacían daño al contraataque, con los Caníbales asentados en defensa eran incapaces de conseguir situaciones claras. Ante esta situación la consigna era fácil, no arriesgar el puck lo más mínimo, perderlo sólo en situaciones en las cuales diese tiempo a asentar la defensa. Y funcionó. La táctica tenía sus riesgos, ya que aunque desde posiciones lejanas los visitantes tiraron a puerta y siempre puede entrar un gol, pero es más fácil conseguir un objetivo con una táctica arriesgada pero clara que dejándolo todo a la buena de dios. Y fue pasando el tiempo con los roceños especulando en defensa y jugando al contraataque y los tricantinos dominando pero sin generar un peligro claro. Un gol de cualquiera de los dos conjuntos habría roto el encuentro, pero no llegó, y a falta de dos minutos los visitantes se vieron obligados a sacar al portero. Dos minutos parecían demasiado tiempo, pero el partido de ayer era un partido sin goles (y la pista de Las Rozas mide 57 m) y tampoco entró el puck en ninguna de las dos porterías, de manera que finalizó el partido con un anecdótico 1/1 en el marcador (es la primera vez que yo recuerde este resultado en categoría alevín) que proclamaba campeones de liga a los del CHC Las Rozas. El partido hecho por los locales no había sido nada vistoso, y pocas cosas interesantes se habían visto salvo la emoción del resultado, pero hay ciertos partidos en los que para conseguir el objetivo no hay que realizar brillantes combinaciones, si no ponerse el mono de trabajo y mantener la concentración en defensa durante todo el partido. Y no es fácil, sobre todo si hablamos de alevines y benjamines, categoría a la que pertenecen la mitad de los jugadores roceños que participaron en el encuentro. Jugar bien y competir bien son cosas diferentes, y ayer era un partido para competir. Los Caníbales lo hicieron durante todo el encuentro, y eso no es ninguna tontería.
En entradas anteriores hemos destacado ciertas polémicas con el CP Tres Cantos, de manera que el partido se antojaba de máxima tensión. Y tensión hubo, con las gradas a rebosar y un ambiente excelente, pero la tensión se quedó en lo deportivo. A pesar de lo que había en juego y del ajustadísimo marcador el colegiado, D. Julio García (árbitro internacional) no tuvo que señalar ninguna falta durante el transcurso del encuentro. Los jugadores se dedicaron a jugar y a pelear como tigres, los dos conjuntos lo dieron todo pero con una limpieza exquisita, así como las respectivas aficiones, que se dedicaron a animar a muerte a cada uno de sus equipos. Y no podemos dejar de destacar el bonito detalle de los jugadores del CP Tres Cantos, que una vez finalizado el partido entraron en el vestuario caníbal a dar la enhorabuena a los ganadores y desearles suerte en el Campeonato de España. Desde el CHC Las Rozas queremos felicitarles por este elegantísimo comportamiento. Ambos clubes somos los máximos rivales en Madrid, pero eso no significa que tengamos que ser enemigos.