Una vez finalizada la Copa del Príncipe cualquier "tertuliano" podría afirmar que ha sucedido lo que él había predicho: a la final los dos equipos más fuertes, ganando el local y actual líder de Primera, en semifinales se quedaron los otros dos de Oro, y en cuartos perdieron los que tenían que perder. Y no sería falso, pero tampoco cierto, ya que casi casi podría haberla ganado cualquiera. Arrancaba el torneo con un Águilas-Lúdic, un conjunto clásico del hockey al máximo nivel contra un equipo casi novato en la competición nacional. 4/0 en el descanso para los de Águilas y todo parecía indicar que el partido estaba sentenciado. Pero en la segunda parte los de Medina remontan y empatan el partido. Prórroga y Águilas vence con gol de oro. Primer favorito que pasa a semifinales, pero podía haberse quedado fuera perfectamente. En el siguiente encuentro son los locales del CP Castellbisbal los que se enfrentan al CP Jacetania, y resultó ser este el único partido que desentonó de todo el torneo, ya que los aragoneses se llevaron un serio 16/3. En el siguiente partido nos enfrentábamos al campeón de Bronce, el CHL Jujol, último cabeza de serie. Todo parecía indicar que sería un partido fácil, ideal para comenzar la competición. Pero el 1-1 al descanso indicaba todo lo contrario. En estos torneos tan cortos e intensos mucho tiene que ver las sensaciones que transmita el equipo, y en este primer tiempo se transmitían muchas, pero lamentablemente ninguna era de frescura. Sin embargo éramos netamente superiores a un equipo bastante bien armado, el cual probablemente no tenga ningún problema para mantenerse en Plata, y en la segunda parte nos escapábamos en el marcador hasta gozar de un claro 6/1 a falta de cinco minutos. Pero el equipo no estaba bien, lo que nos hizo encajar un par de goles antes de finalizar. Cierto que fueron goles sin ninguna relevancia de cara al resultado final, pero mostraban que este iba a ser un torneo muy sufrido. En el último partido de cuartos el Metropolitano HC se deshacía con más facilidad de la prevista de los Diablos de Mislata por un claro 8/2. Buen partido de los vascos que se metían con autoridad en semifinales.
Por la tarde comenzaban las semifinales con el partido entre el CP Castellbisbal y HC Águilas, y a los 7 sg de arrancar el encuentro marcaban los catalanes. Dos minutos después volvían a anotar. Tras el repaso que le habían dado a los murcianos en Valladolid todo indicaba que los locales pasarían a la final casi de paseo, pero los murcianos se vinieron arriba, anotaron un buen gol y poco después empataban con bastante fortuna. Y 38 sg del final del primer tiempo contraataque excelentemente ejecutado y los murcianos se ponen un gol arriba. Y en el segundo tiempo más de lo mismo, a falta de cinco minutos los murcianos ganaban al favorito por 3/4. Pero los catalanes remontan y se ponen por delante 5/4, y con un penalty a su favor. Tiran y fallan. Se saca de centro y en la siguiente jugada penalty a favor de Águilas, con un gol abajo. Arranca de centro el jugador murciano y con una impresionante sangre fría deja en el suelo al portero catalán, pero con todo a su favor se le escapa el puck. Con un gol por debajo los de Águilas sacan al portero y encajan el definitivo 6/4. Otra vez gana el favorito, pero dando gracias de que esta vez la suerte haya caído de su lado. La siguiente semifinal nos enfrenta a los vascos del Metro, y si las sensaciones que habíamos tenido por la mañana habían sido malas por la tarde se convierten en desastrosas. Desde el primer minuto no funciona absolutamente nada y los de Bilbao se hacen dueños y señores del partido. Lo único bueno el resultado al descanso, empate a uno. Destacar que nuestro gol fue resultado de una superioridad de 4x2. En igualdad en la pista éramos incapaces de meter un gol, pero or suerte Nani en la portería estuvo inmenso y nos mantuvo con opciones.Arrancó el partido pero para desgracia nuestra las cosas siguieron igual, y en una superioridad y aprovechando un rebote los vascos anotaban dos goles y se marchaban con un claro 1/3. Y lo peor de todo era la sensación de impotencia, quedaban nueve minutos y no veíamos como salir del agujero. Pero a partir de aquí las cosas comenzaron a funcionar un poco mejor, la presión se volvió más incómoda para los del Metro y un par de ajustes nos hicieron tener un poco más de criterio con el puck. Y en esta fase del partido fue Mini quien se echó el equipo a la espalda, tomando la responsabilidad de sacar el puck de la zona rompiendo la hasta entonces efectiva presión de los vascos, y fruto de dos genialidades suyas llegaron los dos goles de Mundi que nos volvían a dar opciones, el último de ellos a falta de minuto y medio. Con 3/3 en el marcador y algo más de un minuto de juego decidimos seguir arriesgando, y a punto estuvimos de conseguirlo, pero finalizaron los cuarenta minutos con un increíble empate a tres. Los vascos habían dejado escapar un partido que tenían ganado y los roceños se había agarrado con los dientes a un partido que tenían perdido. Y comenzó la prórroga y pudo suceder de todo, con opciones en las dos porterías y una superioridad a favor de Las Rozas a 20 sg de finalizar la primera parte. Comienzan los últimos cinco minutos del partido con los vascos en inferioridad, pero consiguen no encajar ningún gol. Finalizada la superioridad vuelve a ser Mini el que toma la responsabilidad y anota un gol de oro que da la victoria a los Caníbales en un partido de locura. El cabeza de serie número uno había sufrido el dominio abrumador de los de Bilbao durante 31 minutos, tanto en el juego como en el marcador, pero la confianza en sí mismos les había hecho capaces de ganar un espectacular partido. Otro partido que confirmaba los pronósticos previos, pero de qué manera.
Y el domingo llegaba la final y cada equipo hacía exactamente lo mismo que había hecho en los partido anteriores: Castellbisbal comenzaba bien y los Caníbales comenzaban mal. Antes de dos minutos los locales conseguían su primer gol, y a los ocho minutos del primer tiempo ya se había puesto 3/0. Pero aunque lo pareciese el encuentro no estaba siendo para los de Las Rozas el desastre de semifinales, ya que aunque el resultado era muy negativo los tres goles habían sido fruto de tres pérdidas estúpidas del puck, precisamente la situación más comprometida ante los rapidísimos jugadores del Castellbisbal. En tres letales contraataques se marchaban en el marcador. Pero el juego de los roceños estaba siendo, por fin, de un buen nivel. Jugaban el puck con criterio y en defensa limitaban el juego de los de Castellbisbal. Pero en estas competiciones tan cortas hay una serie de intangibles que entran en juego. Desde el primer momento el juego de los caníbales no había sido fluido, y a pesar de la mejora de nivel en la final faltaba esa frescura que te da el llevarte el puck dividido o meterlo entre los tres palos. Sólo AC fue capaz de marcar un gol entre las piernas del portero. Tras un penalty detenido por Nani y un gol anulado a Javi por stick alto los de Las Rozas se iban al descanso con dos goles por debajo.
Arrancaron los veinte últimos minutos en una situación muy parecida a la de las semifinales frente al Metro en el marcador, pero no en el juego, ya que los Caníbales estaban muy dentro del partido. Pero necesitaban un gol para tener opciones de aspirar a llevarse la final, y si por mucho juego que desarrolles el gol no llega poco más se puede hacer. Un poste de Javi con el portero batido podría haber cambiado la historia, pero también los de Castellbisbal estaban en el encuentro, consiguiendo oportunidades que no transformaban, incluido un nuevo penalty que detuvo Nani, otra vez. Quedaba poco tiempo y tuvimos que apelar de nuevo a la épica, pero no todos los días son fiesta, y esta vez no conseguimos remontar el encuentro. Por un lado era el tercer partido y las fuerzas faltaban, por otro los de Castellbisbal supieron gestionar perfectamente su ventaja en el marcador, y para rematar una falta en contra nuestra con 2:30h por jugar. Presionando con un jugador menos era cuestión de tiempo el encajar un gol, pero por suerte fueron los catalanes los que cometieron falta, pero con dos goles abajo tuvimos que quitar al portero con mas de un minuto por jugar, y con tanto tiempo si no marcas tú los contrarios no perdonan. Pérdida del puck, otra vez, y cuarto gol para Castellbisbal, el cual se proclama justo ganador de un partido complicado en el cual supo jugar sus cartas a la perfección.
Poco más que felicitar al campeón, tanto a los jugadores como a la directiva y al público, y alegrarnos todos de haber tenido la oportunidad de participar en un torneo vibrante, con un buen nivel de juego que podía haberse llevado cualquiera de los cuatro semifinalistas, pero que se llevó el que mejor jugó sus cartas en los momentos claves. Y felicitar al Comité de Hockey en línea por esta nueva competición, que ha resultado todo un éxito. Por nuestra parte tras la tristeza de la derrota en la final sólo nos queda analizar los errores y seguir trabajando para conseguir ese poquito que nos ha faltado esta vez. Quedan dos sedes de primera con cuatro partidos, y nuestro objetivo es ganar los cuatro.