Dicen que las quejas son el lenguaje del fracaso, pero a veces es difícil no quejarse. Tuvimos que afrontar la primera sede con cinco bajas, y a esta segunda de Mislata nos desplazábamos con otras tres, teniendo que jugar con dos líneas justas. Y el primera partido era fundamental, ya que nos enfrentábamos al CHL Premiá, con el objetivo de abandonar la última posición de la tabla. En Castellbisbal nuestros resultados fueron muy pobres y sumamos un solo punto, los de Premiá sumaron tres, de manera que el resultado de este primer partido iba a ser determinante. Y el partido no podía comenzar mejor, un tiro de Mini desde más allá del centro del campo terminaba en gol tras un clamoroso error del portero, y esto a los 18 segundos de comenzar al partido. Minutosdespués era Yago quien anotaba el 2-0. Pero poco a poco las cosas se fueron torciendo y el equipo comenzó a bajar el nivel de juego, entrando en una situación desastrosa en la segunda parte. Los catalanes se acercaron en el marcador, por suerte un gol de Crispín nos daba tranquilidad. Pero si en el marcador íbamos por delante lo que se veía en la pista era un desastre sin paliativos, el equipo no sabía a qué jugaba y los catalanes se hacían con el dominio del encuentro, anotando un gol que les ponía sólo a uno. Por suerte, nunca mejor dicho, conseguimos finalizar con el 3-2 en el marcador y sumando tres puntos importantísimos que nos hacían abandonar la última posición. Pero el partido no había salido gratis, y en dos jugadas fortuitas se lesionaban nuestros internacionales junior, Mini en un choque con Javi caía al suelo y un jugador contrario le golpeaba en la cadera, por su parte Pablo se enganchaba con Crispín y sufría un esguince en el pie bueno (recordemos que en Castellbisbal se había lesionado el otro pie). A pesar de los tres puntos las sensaciones tras el partido eran muy malas, ya que el juego desplegado por el equipo había sido malísimo y las lesiones volvían a cebarse con nosotros.
Por la tarde nos enfrentábamos al líder, el CPLV B. En la crónica previa comentábamos que los vallisoletanos siempre son una incógnita antes de las sedes, debido al potencial que atesoran es difícil saber con que te vas a enfrentar, pero esta vez sorprendían enviando un equipo plagado de extranjeros. Hasta tres jugadores foráneos se plantaron en la pista, los cuales resultaron fundamentales en el resultado final. Por nuestra parte reestructuración del equipo: AC abandonaba el puesto de portero suplente, entrando a jugar en segunda línea por Crispín, el cual pasaba a jugar de defensa. Las bajas de Mini y Pablo, ambos defensas, nos obligaban a jugar sólo con tres hombres en esa posición (Guille, Nacho y Crispín), situación nunca cómoda. Pero a veces es en las situaciones críticas cuando se solucionan las cosas. Ante la situación del equipo la planificación y la forma de jugar cambió mucho del partido de la mañana, y de todos los partidos jugados por el equipo durante esta temporada, y se salió a la pista con muchísima más concentración competitiva. Fruto de ello fueron los dos goles de Crispín y Javi, este último en una superioridad, que nos pusieron por delante. Pero el CPLV tiene mucho equipo, y consiguieron recortar las diferencias. Y 40 sg. antes del descanso un error estúpido por nuestra parte les permitía anotar el empate a dos. La segunda parte comenzó con las misma tónica, con Las Rozas dominando el partido y consiguiendo anotar en otra superioridad por parte de Mundi. Pero los del CPLV empataron de nuevo, y con 3-3 y todo en el alero otro error por nuestra parte les ponía por delante en el marcador casi al final del encuentro. A menos de un minuto sacamos al portero y los de pucela conseguían anotar en definitivo 3-5. En este partido había sucedido todo lo contrario de lo acaecido en el de por la mañana, no conseguíamos puntuar pero el juego había sido muy superior.
Al día siguiente nos enfrentábamos al conjunto del Sant Andreu, el cual nos aventajaba en un punto en la clasificación. Por suerte recuperábamos a Mini, y aunque jugaba muy mermado, casi no podía patinar, nos permitía tener dos líneas completas. Comenzamos anotando rápido por mediación de Crispín, el cual remataba en el aire un rebote tras tiro de Nacho, y el equipo funcionaba sin pasar ningún problema en defensa y generando peligro en ataque. Pero a pesar del buen juego el marcador no se movió y llegamos al descanso con el 1-0. En la segunda parte fue Yago el que anotaba un excelente gol tirando desde detrás de la portería al cuerpo del portero contrario para alojar el puck entre los tres palos. Con el 2-0 en contra los de Sant Andreu se vinieron arriba, presionando fuerte, y ahí tuvimos nuestros mejores momentos, ya que los superábamos una y otra vez, llegando a generar hasta seis situaciones de un jugador sólo ante el portero contrario. Pero aunque las oportunidades se sucedían el puck no entraba, bien por nuestra incapacidad o por el trabajo de Termes en la portería de los catalanes. Por suerte prácticamente no estábamos pasando apuros en defensa. Pero como reza el dicho "el que perdona pierde", un tiro lejano sin aparente peligro de los catalanes se convertía en gol, y poco después dos expulsiones les dejaban a los contrarios en una situación de cuatro contra dos, situación que aprovechaban para marcar el gol del empate. Habíamos dejado escapar dos puntos que por el juego tendrían que haber sido nuestros. Pero como los goles se marcan, no se merecen, nos íbamos con un empate frente a un rival directo en la clasificación, el cual conseguía mantenerse un punto por encima nuestro en la clasificación final.
Desde nuestra orilla el resultado obtenido en esta sede no es bueno, pero viendo las circunstancias hemos conseguido el mínimo exigido. Tras comenzar jugando horriblemente al menos hemos vuelto a encontrar el camino a seguir, y si los resultados de los partidos no han sido los que podrían ser por lo menos hemos abandonado los puestos de descenso, y tras ver como ha empezado la temporada con el tema de las lesiones abandonar el farolillo rojlo no es poco.
Si echamos un vistazo general al resto de partido podemos ver que hay un claro vencedor, un CPLV que sale líder tras ganar los tres partidos disputados con trece goles de sus extranjeros de los diez y siete que han anotado en esta sede. No deja de ser curioso que la cantera más fuerte de España tenga que basar todo en tres jugadores extranjeros, y no olvidemos que estamos hablando de la Primera División Oro, no de la Liga Élite. Los otros dos ganadores son el España y Águilas, que han sumado dos victorias y un empate, precisamente en el partido que los enfrentaba a ambos, resultados que los ponen en la parte más alta de la tabla. En cuanto a los perdedores de la sede Premiá y Diablos de Mislata se quedan sin sumar un sólo punto, lo que les hace ocupar los puntos de descenso, y Castellbisbal se deshincha, tras ganar los tres partidos disputados en su pista en esta sede ha bajado mucho el rendimiento y sólo ha sumado tres puntos frente a los locales de Mislata, dejando un tanto en entredicho una candidatura al título que parecía muy fuerte tras la primera sede. Y nos quedan Sant Andreu y Las Rozas, los cuales hemos realizado una sede discreta (cuatro puntos) que nos mantiene fuera de los puestos de descenso pero sin poder despistarnos ni lo más mínimo.
Por nuestra parte sólo nos queda seguir trabajando y confiar en que esta racha de lesiones nos abandone y podamos afrontar la próxima sede con toda la plantilla al completo, pudiendo ver de una vez todo el potencial del equipo.
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