Tras los problemas típicos de los viajes a las islas (no llegaron en el vuelo las equipaciones de los porteros) nos plantamos en el excelente polideportivo de Las Galletas para estrenarnos en la Liga Élite. Como ya he comentado anteriormente el equipo contrario era un misterio, ya que estaba plagado de nuevos fichajes y no sabíamos por donde iban a andar, aunque la forma de ficharlos (recomendación de Chavira) ya daba pie a pensar que malos no debían de ser. Por otro lado la calidad de Antala en la portería tinerfeña era una garantía para los locales y un posible dolor de cabeza para los visitantes, como así termino resultando.
Y comenzó el encuentro y pagamos todos estos desconocimientos (la pista que resbalaba mucho, el nivel de juego de los contrarios) y a 52 segundos del principio encajamos el primer gol, anotado por el excelente número 15 de los Guanches. La verdad que fue del todo sorprendente, ya que es un jugador diminuto, lo que daba pie a pensar que estaba allí de relleno, pero una vez que comenzó el encuentro demostró ser rapidísimo, letal ante cualquier espacio y muy bueno de cara al gol, calidad que demostró diez minutos después anotando el 2-0 para los locales, tras realizar un excelente uno contra el portero.
A pesar del resultado el dominio no era absoluto de Los Guanches, ya que ambos equipos adolecieron del mismo problema, cada uno tenía una línea dominante y otra mucho más floja, y dependiendo de las líneas que estuviesen en pista así soplaba el viento en el partido. Pero los de fuera, al igual que ha sucedido durante toda la pretemporada, eran incapaces de anotar, mientras que los locales consiguieron marcar su tercer gol a falta de pocos minutos para finalizar el primer tiempo.
Comenzó la segunda parte con un resultado muy complicado para los roceños, situación que aun se complicó más cuando los locales consiguieron anotar su cuarto gol en un catastrófico cambio de los de Las Rozas. Pero aquí la situación se invirtió totalmente, ya que un minuto después los Caníbales conseguían su primer gol por mediación de Mitja Brazek, y se vinieron arriba. Por otro lado los locales, quizás debido a un bajón físico, se hundieron y comenzaron a cometer faltas, dando lugar a una situación de 4-2 aprovechada por Javier García (Crispín) para refractar un tiro de Chus y conseguir el 4-2 que ponía emoción en el marcador. A partir de aquí sólo sucedieron dos cosas, el WASKOENIG Las Rozas tiraba a puerta continuamente y Antala lo paraba todo, impidendo a los de Las Rozas aprovechar las situaciones de superioridad de que disfrutaron (cinco expulsiones en contra de los Guanches por una del WASKOENIG Las Rozas durante todo el partido). A falta de un minuto y catorce segundos los Guanches consiguen el definito 5-2 que les daba la tranquilidad que les había faltado en el último cuarto de hora de dominio visitante.
Mal por la derrota para los visitantes, pero bien por la actitud mostrada en el segundo tiempo donde se vinieron arriba y apretaron a los locales en una de las pistas más complicadas de la liga. Sólo queda seguir trabajando e intentar ganar en casa la jornada que viene al reforzado CP Tres Cantos.
Un saludo.
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