Por fin los Caníbales han jugado un buen partido en casa, aprovechando la ventaja que significa el contar con una pista de 57x28 m y dejando al equipo contrario inédito de cara a la portería local. Pero para hacer eso han tenido que realizar el juego apropiado, olvidándose de batallas por solitario y jugando en equipo, trabajando la posesión a la espera de que los goles fuesen cayendo, como así sucedió. El partido comenzó con un Sant Andreu ambicioso, que presionaba en busca del puck y que no se encerraba en su campo, pero los locales se hicieron rápidamente con la posesión del puck sin dejar casi opciones a los visitantes, jugando con tres líneas en busca del agotamiento de los catalanes, con sólo nueve jugadores de pista y con un viaje a sus espaldas. Fruto del dominio local llegó el primer gol caníbal de excelente jugada personal de Crispín, a falta de 16:48 para el final del primer tiempo. Coincidente con el gol los de Sant Andreu cometían su única falta, pero se jugaba cuatro contra cuatro en pista, ya que el gol evitaba el cumplimiento de la sanción. Parecía todo controlado pero Crispín volvía a ser protagonista, en este caso realizando una falta y cumpliendo la correspondiente sanción de dos minutos. Pero los de Sant Andreu no eran capaces de anotar y justo cuando Crispín volvía a la pista tras la expulsión anotaba el segundo gol con un tiro un tanto afortunado. 2-0 para los locales a falta de 6:28. Todo parecía controlado pero Chus cometía dos faltas seguidas, la primera a falta de 4:32 y la segunda a falta de 2:16. A pesar de esta ventaja los barceloneses no conseguían anotar y se iban la descanso con un complicado 2-0 en contra, más por lo visto en la pista que por los dos goles de diferencia.
Tras los correspondientes diez minutos de descanso arrancó la segunda parte, la cual fue un completo monólogo local, sin dejar prácticamente tirar a los visitantes que se salvaron de encajar más goles por un trabajo excelente de Marc Termes en la portería. Pero fruto del dominio local Edu consiguió anotar a pase de Tomas a falta de 19:38. Y tuvimos que esperar a que quedase 7:55 para que anotase Zbroinsky el definitivo 4-0 de curioso tiro tras revolverse en un barullo. Quizás fue fruto del cansancio o del dominio local, pero los de Sant Andreu no reaccionaron y prácticamente no inquietaron a Juanjo en todo el resto del segundo tiempo, de manera que los Caníbales se llevaron una importantísima victoria que, unida a la derrota de Torrevieja frente a Castellón les permite colocarse momentaneamente terceros del grupo II, fuera de los puestos de descenso directo.
Quizás por el efecto placebo del nuevo fichaje el juego de los roceños ha resultado mucho mejor de lo que había venido realizando durante la temporada. Sin quitar mérito al juego de Tomas, el cual ha realizado un buen encuentro a pesar de no estar adaptado todavía al patinaje en línea, lo que si que ha implicado su incorporación es el poder equilibrar mucho más las líneas, situación que ha permitido que mejore mucho el juego del equipo. Esperemos que esto se mantenga y que además Tomas consiga aprender a frenar y juegue con mucha más confianza.
Próxima jornada dificilísima visita a la pista de Castellón, pero la victoria de hoy nos da un plus de confianza.
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