Finaliza la Primera División Oro.

Tras disputar seis sedes el pasado sábado finalizó la Primera División Oro. Fuimos a Bilbao con alguna posibilidad de llevarnos el título, pero se esfumó en el primer partido. A las 10:00h se enfrentaban los dos coolíderes, el CPLV y el CP Castellbisbal, un horario inapropiado para el partido a priori más interesante de toda la sede. Como era de esperar el CPLV llegó con todo el arsenal, incluídos sus jugadores de Élite, mientras que el Castellbisbal presentaba una plantilla con sólo dos líneas. El encuentro comenzó igualado, pero poco a poco el CPLV fue imponiéndose llegando a mandar por un claro 4/1, sin embargo los catalanes apretaron y se acercaron hasta el 4/3 definitivo, que dejaba sin opciones al título tanto al propio Castellbisbal como al CHC Las Rozas. Sólo quedaban los vallisoletanos y los locales del Metropolitano como candidatos al título.

El segundo partido de la jornada nos enfrentaba a los murcianos del Águilas HC. Nosotros nos habíamos desplazado a Bilbao con tres sensibles bajas, en primer lugar la de nuestro portero reserva Tono, que deja por una temporada el hockey, desde aquí deseamos lo mejor a "Estatik"; tampoco podía ir Jacobo, por problemas laborales, y el pichichi de la liga, Javi, se quedaba en casa lesionado. Con este panorama nos plantamos en Bilbao con dos líneas y Palu en tercera, ya que AC tenía que actuar de portero reserva, y enfrente nos encontrábamos con un equipo que en la primera fase de la liga nos lo había puesto muy complicado, y entonces sólo pudimos sacar un empate marcando en el último suspiro. Al igual que en la ida el tuvimos el partido controlado en todo momento, hasta que llegamos en el segundo tiempo con un claro 1/4 a nuestro favor y cinco minutos de superioridad, debido a que un jugador murciano había levantado demasiado el stick golpeando a Crispín en la cara y provocándole una hemorragia. Aprovechamos la superioridad para anotar el quinto, y con menos de cinco minutos por delante parecía que todo iba a estar tranquilo. Pero una inferioridad en contra permitía anotar a los murcianos, los cuales se acercaron aun más en el marcador tras unos momentos de desconcierto roceño. Por suerte la cosa no fue a más y finalizamos ganando por un suficiente 3/5 que nos aseguraba la permanencia, mientras que dejaba a los murcianos en el alero, obligados a ganar en su partido de la tarde.

Tras nuestro encuentro se enfrentaban el España y el Metro, y los de Bilbao estaban obligados a ganar si quería seguir teniendo opciones de llevarse el título. Pero en un partido horrible ninguno de los dos equipos parecía capaz de ganar el partido, los de Bilbao quizás agarrotados por la responsabilidad y los mallorquines por que no han sabido seguir el ritmo de una competición que ha subido el nivel sede tras sede. Al final un justo empate a tres en un partido feo que aseguraba la salvación de los baleáricos y dejaba al CPLV como campeón.

La jornada matutina terminaba enfrentando a los dos últimos clasificados, y el Ludic conseguía su primer triunfo en esta liga Oro ganando con claridad por 10/5 al CP Jacetania.

Tras la comida arrancábamos con el campeón de la edición anterior, el España, haciendo el paseillo al nuevo campeón, el CPLV, en un elegante gesto de los mallorquines. El partido fue un monólogo de los vallisoletanos, que ganaron sin dar opciones por un claro 3/7. El campeón de la edición anterior se despedía del título con un partido bronco, y muy lejos de la autoridad con la que se plantó en la primera sede de esta temporada celebrada en Castellbisbal.

En el siguiente encuentro los murcianos de Águilas se aseguraban la permanencia ganando en un partido pachanguero a los aragoneses del CPL Jacetania por algo así como un 8/13, resultado conseguido sin que ninguno de los dos conjuntos jugase sin portero, aunque cueste creérselo. Los murcianos aseguraban su permanencia en Oro, importante objetivo para un club que la temporada que viene estrena pista cubierta tras años de tener que entrenar en condiciones muy precarias, lo que seguro que les ayuda a subir el nivel. Y los aragoneses descendían a Plata tras un paso por una liga Oro que les ha venido muy grande.

El penúltimo partido de la jornada enfrentaba a un equipo que ya no podía ser campeón, el CP Castellbisbal, con otro que no podía evitar el descenso, el CD Ludic. Pero si a Jacetania le ha venido grande la categoría los de Ludic han demostrado ser un equipo impresionante, desde mi punto de vista el equipo tácticamente más disciplinado de todos los presentes en la competición, con un estado de forma excelente y con unos criterios clarísimos, seguidos espartanamente por sus estajanovistas jugadores. Pero Castellbisbal es uno de los mejores equipos de la competición, y en pista grande su excelente patinaje tenía que darles ventaja. Y comenzaron dominando, pero poco a poco los castellanos fueron haciéndose con el partido, anulando primero el dominio de los catalanes y comenzando a dominar ellos. Y esta fue la tónica de todo el encuentro, hasta que a mitad de la segunda parte los de Medina del Campo se fueron en el marcador de dos goles. El tiempo pasaba y seguían por delante, pero ya les había sucedido en otros partidos que el contrario conseguía remontar en los últimos minutos. Y así sucedió, con menos de tres minutos por jugar Castellbisbal anotaba y se ponía a uno. Una expulsión en contra de los catalanes parecía sentenciar el resultado, pero eran estos los que anotaban en inferioridad y empataban el partido. Otra vez los de Ludic tiraban por la borda un partido que tenían ganado. Pero al final se hizo justicia poética y los castellanos consiguieron anotar en el último minuto el gol que les daba una merecida victoria. No les hacía evitar el descenso pero premiaba a un equipo que le ha faltado prácticamente nada para salvar la categoría.

Y se cerraba la jornada con el Metro-Las Rozas, un enfrentamiento que ha derivado en máxima rivalidad deportiva tras los disputados la temporada anterior en Élite y los de esta, sobre todo las semifinales de la Copa del Príncipe. En juego estaba la lucha por el subcampeonato, y los del Metro habían puesto toda la carne en el asador, con la grada a reventar de bullicioso público dispuesto a apoyar a sus colores. Durante esta segunda fase los vascos estaban realizando un gran juego, y si por la mañana les había podido la presión por la tarde salieron como una locomotora, jugaban en casa y el público les llevaba en volandas. Una expulsión de un jugador de Las Rozas les daba su primera superioridad, y si por la mañana no eran capaces de aprovecharlas ahora no dejaron pasar la oportunidad y conseguían su primer gol. Poco después anotaban el segundo. El primer tiempo estaba siendo de los vascos, pero los Caníbales consiguieron aguantar el chaparrón y un gol de Mundi los mantenía dentro del encuentro. Se llegaba al descanso con un ajustado 2/1 tras un complicado primer tiempo. Se reanudó el encuentro y los de Las Rozas dominaban más la situación, y tras una excelente jugada de equipo Mini se plantaba solo delante del portero gracias a un pase de Mundi y anotaba de revés el gol del empate. Pero el 2/2 resultó un espejismo. Nueva expulsión de un roceño y los vascos aprovechan para marcar el 3/2. Y la cosa no se acabó ahí, ya que unos momentos de descontrol de los Caníbales hizo que los del Metro consiguiesen dos goles más. El 5/2 no sólo era peligroso por la diferencia en sí, era peligroso por que tras igualar el marcador los del CHC Las Rozas se habían ido del partido. Pero el trabajo de la temporada había funcionado, y en otra jugada calcada del gol anterior era Dieguito el que esta vez asistía a Solla que solo ante el portero anotaba el tercer gol roceño. Momentos después era expulsado un jugador del Metro y los Caníbales anotaban su cuarto gol en una jugada un tanto embarullada. Quedaba menos de dos minutos y podía suceder cualquier cosa. Pero una nueva expulsión de los Caníbales les dejaba casi sin posibilidades, y a pesar de sacar al portero no pudieron anotar y los de Bilbao se llevaron un partido difícil que les daba el honorífico título de subcampeones de liga.

Con el CPLV como campeón finaliza una competición que ha crecido enormemente durante esta temporada, con un nivel de competitivad extremo y que quizás sea lo mejor que le ha pasado al hockey español en los últimos años. El hockey en línea es un deporte muy joven, y se va asentando poco a poco, dando tres pasos para adelante y dos para atrás. Hasta ahora era la liga Élite la que centraba toda la atención, absorviendo energías de los clubes implicados. Pero la liga Élite ha entrado en una fase de estancamiento con dos gigantes alejados del resto y con muy poca emoción en cada jornada, con demasiados extranjeros y con pocos equipos que progresen en la competición, sobre todo tras el cambio de formato de dos grupos de seis que se utilizó la temporada pasada al de un solo grupo de diez utilizado esta, formato que por las enormes diferencias que hay entre los equipos ha dejado la liga con casi nada por decidir a falta de unas cuantas jornadas, y con varios equipos que ni pueden ganar el título ni peligra su permanencia, lo que no ayuda demasiado a que la competición progrese. Todo lo contrario que sucede en la Primera Oro.

La temporada anterior se celebró la primera edición de esta competición, y se proclamó campeón el España, un equipo formado por veteranos que ya no competían en Élite. Sólo perdieron un partido contra el CPILC y acabaron ganando la liga en casa de los castellonenses. Con estos antecedentes se plantaron en la primera sede de esta temporada celebrada en Castellbisbal y ganaron sus tres partidos desarrollando un gran juego. Pero esta temporada la cosa había cambiado, y los clubes implicados en esta competición presentaban equipos con objetivos claros y sistemas de trabajo que les hacía progresar a lo largo de la temporada. El resto de la primera fase fue dominado por los conjuntos del CP Castellbisbal y del CHC Las Rozas, ganando los madrileños el título de campeones de invierno mientras que los catalanes ganaban a los roceños la final de la Copa del Príncipe en Castellbisbal. Ya no valía con saber jugar al hockey para comandar la Primera División, ahora además había que trabajar duro y tener suerte (las semifinales de la Copa del Príncipe había sido un verdadero infierno)

Pero tras la primera fase se hacía borrón y cuenta nueva, y ahora se incorporaban nuevos conjuntos a la lucha: el CPLV metía toda la carne en el asador y alineaba a sus junior y juveniles de Élite; el Metropolitano aspiraba a subir a Élite y sabía que con el juego que había desplegado en la primera fase no podía hacer nada, estaba obligado a dar un salto de calidad; el recién ascendido Ludic quería demostrar que tenía la capacidad de mantener la plaza. Castellbisbal y Las Rozas se veían obligados a seguir luchando por estar en lo más alto mientras que Águilas, un equipo limitado por una plantilla muy corta, y el España, con su formato de veteranos, se veían abocados a luchar por evitar el descenso. El CPL Jacetania en ningún momento estuvo dentro. Con todos estos componentes ha salido una competición interesantísima, en la cual se ha podido ver una evolución en el juego de muchos equipos, como un Metropolitano que ha terminado la temporada jugando a un excelente nivel, o un Ludic al que ha dejado fuera el hecho de que ha competir no se aprende entrenando, o a unos Castellbisbal y Las Rozas que han sido capaces de estar toda la temporada en el primer plano de una competición durísima, siendo los conjuntos que han mantenido una trayectoria más regular de todos los participantes. El caso del CPLV es especial, es un club que nos supera a los demás en todas las facetas, lo que les acaba dando siempre ventaja en la pista. Para llevarse el título esta temporada le ha sido suficiente con alinear a sus excelentes jugadores junior y juveniles de Élite en la segunda fase de la liga. Pero al igual que la temporada pasada fue válido el equipo de veteranos del España y esta ha quedado obosoleto confío en que para la temporada que viene el avance de la competición y de los conjuntos implicados en la misma también alcance el nivel suficiente como para evitar que unos junior y juveniles, por muy buenos que sean, alteren el resultado de la misma con su presencia.