Tras una excelente temporada el HC Águilas se proclama justo campeón de la Primera División Oro, pero antes de hablar de la liga comentaremos la sede realizada por nuestro equipo, el cual, como los malos estudiantes, ha hecho lo justo para que no se enfaden papá y mamá. Pero poco más. Se llegaba a la sede con la categoría asegurada, un objetivo razonable viendo el desarrollo de la temporada pero muy alejado de los planteamientos iniciales, y con el único reto de superar a Sant Andreu en la clasificación. El primer partido nos enfrentaba a los catalanes, y se jugó a un excelente nivel consiguiendo la victoria por un claro 6/2. En el segundo partido el objetivo parecía mucho más asequible, pues nos enfrentábamos a los Diablos de Mislata, equipo ya descendido. Pero todo lo que se jugó bien por la mañana se convirtió en desastre por la tarde, y perdimos el encuentro por un ajustado 5/4, resultado intrascendente de cara a la clasificación pero que deja un mal sabor de boca. La nuestra no ha sido una temporada para enmarcar, y el rendimiento del equipo en esta última sede ha sido un resumen de toda la competición. Ahora toca analizar las cosas que no han funcionado, que han sido muchas, y tomar las decisiones necesarias para enderezar el rumbo. Y la primera de esas decisiones ha sido la de no participar en la Copa del Príncipe, a pesar de conseguir clasificarnos para la misma.
Ahora hablemos de la que ha sido una competición tremendamente interesante, en la cual esta temporada tenemos un campeón al cual nadie puede negarle el mérito de levantar la copa. Y no sólo por el excelente juego realizado, si no por una trayectoria modélica dentro del hockey en línea español. Es normal que todo el mundo se fije en los equipos que conquistan títulos, pero la base de cualquier deporte son los conjuntos que pelean cada día para sacar adelante un sueño, superando mil y una dificultades, y nos resultaría difícil encontrar un mejor ejemplo que el HC Águilas. Durante quince temporadas ha estado luchando en condiciones adversas por competir a nivel nacional, jugando los partidos de casa a cien kilómetros de distancia y teniéndose que pasar noches enteras en el autobús para llegar a pistas en las cuales lo más normal era que perdiese. Y todo esto entrenando en unas instalaciones ciertamente limitadas. Pero en lo que casi parece un guión de una película de Frank Capra tras pasar por todo este infierno los de Águilas han conseguido llevarse el tan ansiado título y estrenar una instalaciones de primerísimo nivel. Felicidades a todos, no sólo a los merecidos campeones, si no al hockey en línea español, ya que esto demuestra que trabajando con seriedad se pueden conseguir grandes objetivos, y el triunfo de los murcianos es un ejemplo para todos los demás clubes.
Y no son los murcianos los únicos que han conseguido un gran éxito, también la competición en sí y sus responsables (toda la gente que trabaja para que las ligas salgan adelante) tienen que estar de enhorabuena. En esta su tercera edición la Primera División Oro ha demostrado un nivel espectacular, estrenando campeón como buena muestra de ello. Tres ediciones y tres campeones diferentes, un objetivo al alcance de muy pocas ligas.
Y todos estos éxitos en unas circunstancias muy adversas. Cuando todos los deportes tienen problemas el hockey en línea sigue creciendo. Cuando todos los ayuntamientos están sin dinero se inauguran pistas de hockey, o se mejoran las existentes (Canterac, Rubí, Águilas, Medina del Campo). Y con más o menos problemas las competiciones crecen. A lo mejor va a resultar que se está trabajando bien. Felicidades a todos los responsables de que el hockey en línea salga adelante, y mucho ánimo.
Enorabuena a los Águilas! Bonita entrada Jose.
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